Luis Colindres García, voluntad de acero

Noches de cine por Silvestre Domínguez

Como un continuo e ininterrumpido goteo te van llegando esas noticias de las que mejor sería se mantuvieran en permanente antesala. Más no es posible, justamente porque vivir es pasar. Y sin duda Luis Colindres García, además de experto y destacado componente del legendario carrusel  motorizado de la Policía Municipal del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid y sobreviviente de mil batallas, era experto en el difícil arte de ajustarse a los bandazos impuestos por las imprevistas circunstancias, que en definitiva no es otra cosa que cobijarte  para seguir tirando mientras escampa. Cuando me incorporé a la Plantilla Policial en tiempos políticamente de cambios, Luis Colindres García ya era un curtido profesional. Como dice la canción, a mi que casi nada se me olvida, no logro recordar cuando se produjo el encuentro que pasado el tiempo me unirían afectivamente con a quien cariñosamente se conocía como Coli. Sus últimos años de servicio los pasó en el turno de noche de la Unidad de Usera. Entre las muchas confidencias que compartimos, en lo que engañosamente nos parecían interminables jornadas bajo la luz eléctrica, supe de su afición al séptimo arte, del cual me recomendó más de un título sobre el efecto letal de las adiciones en el destino de las personas. Sabía de que hablaba. Tanto, que en una de las cenas entre compañeros para celebrar el fin de año, ante una reiterada proposición por uno de los asistentes, requiriendo que hiciera el brindis con un vaso de vino, Coli le espetó, ¡ compañero, a quien fue un alcohólico nunca se le ofrece alcohol !. Vencer esa concreta adicción, que llevó al declive a tantas figuras de Hollywood, incluido al gran John Wayne, figuraba entre sus vencidas batallas. Superó muchas otras, hasta llegar a esa definitiva que todos, un poco antes o después, perdemos. Sin remisión. De poco valen las voluntades, aunque sean de acero, como fue la tuya Coli. Por lo demás, dado que el tiempo, según Einstein, es acomodaticio y flexible, siempre nos quedará el pasado. En él seguirán esas grabaciones en Whatssap, con tu inconfundible voz de bajo, deseándome los buenos días, ajeno al ruido y las fake news de un mundo que colapsa. Como un brindis musical por aquellas lejanas noches, te propongo un homenaje a esa entrañable película, Casablanca, cuya banda sonora, As Time Goes By, en la aterciopelada voz de Andy Williams. Un fuerte abrazo, compañero. Pincha aquí 

3 pensamientos en “Luis Colindres García, voluntad de acero

  1. Sgto Silvestre,estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices del Coli,también amigo mío.Ahora estoy jubilado pero cuando iba a tomar algo con mi infortunado hermano de leche,siempre nos saludábamos efusivamente cuando el permanecía a diario en un banco sentado tomando el sol.Un fuerte abrazo.

  2. Tapaba dignamente sus heridas, que como todos las tuvo, y evitaba confrontaciones estériles. Quizás por ello, siendo de generaciones distintas, mantuvimos un contacto cotidiano por redes sociales. Y jamás condescendió a la maledicencia.

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