Aquellos males ajenos, la política y el postureo

 

Pretender de absoluta imparcialidad sobre el asunto mas nímio, raya en la frontera de lo imposible. Tal imposibilidad podrìa asentarse en que, ya de partida, nuestro código genético, como dijera el polifacetico y controvertido divulgador cientifico Richard Dawkins, es egoista. Busca la mejor solucion para sobrevivir como molécula quimica, independientemente de la estructura global en que se asienta, o sea mi propio cuerpo serrano, un suponer. Aceptada esta premisa, pedir imparcialidad, solidaridad, bien general, amor a la profesión, etc, etc, a representantes politicos, periodistas, el vecino del cuarto, u opinadores elegidos al azar, incluso a tí mismo que estàs màs cerca, es un ejercicio de candor rayano en la irresponsabilidad, casi tanto como decirle a un padre si cree que su hijo puede ser el impresentable que organiza las tanganas fin de semana en forma de escandaloso botellòn. Todos diràn que sí, desde el vendedor de cervezas del supermercado, hasta el inquilino recien llegado. Todos menos el padre. Dicho esto es inevitable hablar del gobierno, o dejarlo para la proxima semana, como en aquel sabio estribillo con que ponian fin a sus geniales intervenciones los geniales e irrepetibles Tip y Coll. Puestos así, y dado que los ultimos estudios apenas publicitados, mucho menos comentados por quienes viven de ello, incluidos los repetidores a cabezas de cartel electoral, sobre que la poblaciòn española tiene un indice de aproximadamente el 28% al límite de la pobreza, y en cambio se extienden, con viajes en directo al terreno, para hablarnos de la precariedad en que malviven la mayoria de los ciudadanos venezolanos, con la que sin necesidad de intermediarios me congratulo y les deseo un justo y necesario restablecimiento de sus actuales niveles sociales y humanitarios. Como ya dije, estos viajeros y reporteros improvisados de calamidades ajenas,como nuevos Kapuscinskis. dificilmente pueden ser creidos si en sus discursos, con olor anaftalina, olvidan mencionar el drama que supone para muchos cruzar el Everest del día a día de esos millones de paisanos que mal viven aquí en España, cerca de nosotros y de ellos. Si en lo que parecían olvidados tiempos la denuncia de estos y otros casos sigue dejandosè a organizaciones sociales, CARITAS como puntero ejemplo, una cosa parece evidente, detras de tanto viaje y denuncia del mal externo, por mucho que lo disfracen con retorica, no hay política de acción, hay postureo

Grabando, que es gerundio

Al igual que sucede con esos nuevos historiadores, que mas que la fidelidad y objetividad en los datos, buscan el aplauso de la afición, que por algo somos un país taurino con reminiscencias medievales, pues parejo a esos inventores de historias, como decía, hay un pulular de confidentes, delatores, soplones, bocazas, en fin amigos de esclarecer asuntos no del todo transparentes, fundamentalmente en el uso de dineros públicos,  mira tù por dónde, estuvieron ellos mismos involucrados y, milagrosamente arrepentidos, deciden hacer publica confesión. Generalmente mediante previo acuerdo con la fiscalia, para suavizar posibles efectos colaterales, y casi siempre dejando a los pies de los caballos de la Justicia a quienes hasta ayer mismo, en una cena de confidencias y grabadora al medio,(oculta,por supuesto) mantenida en tono amistoso y cordial con esa persona a la que tanto quieren y respetan, pero una cosa no quita la otra y todo sea por la patria, señor fiscal, que aquí le aporto estas grabaciones que demuestran fechas, nombres y procedimientos seguidos para dejar los presupuestos en números ultrarrojos y, por si ello no fuera suficiente, le paso unos vídeos en alta definición, que pensaba colgar en Youtube. Desde Dostoiewski, según acertadamente analizara Borges, estamos acostumbrados a héroes de novela que matan por amor y a ladrones que actúan por generosidad. Bien quedan tales perfiles extremos para el mundo de la ficción, aunque nunca faltan leyendas caseras como la de Luis Candelas, pero la saturaciòn de tanta trama corrupta destapada por sus propios autores roza lo esquizofrènico, con permiso de Foucault. Tan turbio, encharcado y confuso se ha vuelto la confidencia entre amigos, que cuando participo en alguna reunión entre colegas, y son muchas, lo primero que digo es: ¿esto lo pensáis grabar con los teléfonos móviles, o mejor lo hacemos con un equipo profesional y nos llevamos una copia cada uno al terminar?. Qué lejos y trasnochados aquellos dictámenes de: que tu mano izquierda no se entere de lo que hace tu mano derecha. Diógenes pedía una linterna en pleno día para buscar un hombre, ahora roza lo imposible musitar cualquier chorrada sin riesgo de aparecer en una grabación.

De padres, hijos, parientes y amigos

Salvo periodos históricos reducidos y anecdóticos,  con Grecia como ejemplo magno, la tendencia natural del poder político es perpetuarse mediante procedimientos endémicos. Esta reflexión no se circunscribe únicamente a las lineas de sangre monárquicas, que como todos saben se rigen por este inalterable principio. Imperios tan recientes, democráticos, plurales y abiertos como son los Estados Unidos de América, son proclives a imitar tales tendencias dinásticas. La gran familia representada por los Kennedy, en tiempos del carismático y trágicamente asesinado John Fitzgerald Kennedy, era conocida como Camelot,la legendaria y mítica corte del magnánimo, aburrido, meapilas  y humanitario rey Arturo. Bush padre e hijo, casi continuos en acceder al cargo de Presidentes, de no ser por las inesperadas dos legislaturas consecutivas de ese parvenu llamado Bill Clinton, que apunto estuvo de tirar por la borda tan prometedora carrera por un irresistible calentón,  y con un vástago en espera de su momento, el que fuera gobernador del Estado de Florida Jeb Bush, refuerzan esta formula de tratar como una herencia el cetro del poder en los sistemas democráticos. Y en la presente campaña en ciernes para acceder a la Presidencia del Imperio vuelve a repetirse un apellido, esta vez en la figura de quien en tiempos fuera ya primera dama, Hillary Clinton. Lo cual que la natural inclinacion del ser humano, e incluso de esos parientes lejanos y al borde de la extinción, los diferentes tipos de  primates con su máximo exponente en el chimpancé,  es la proclividad a crear toda especie de grupos, gremios, clanes y familias de las mas variopintas clases, con el principal objetivo (instinto sexual al margen) de hacerse con los resortes del poder y en él perpetuarse. O de alcanzarlo y conservarlo, que viene a ser lo mismo. Para terminar, si aceptamos el dictamen de la ciencia según el cual los millones de genes que nos habitan están ahí por egoísmo y a ello vinculamos la clarividente intuición de Baruch Spinoza de que cada cosa quiere persistir en su ser, pues nos encontramos que todos deseamos ser jefes de la manada y si es posible dejarla en herencia a hijos, parientes o amigos. Y si es posible sin pasar por caja para abonar el impuesto de sucesión.

 

El hombre no existe

No lo digo yo, que al fin y al cabo soy un simple piernas sin terminar de desasnar, lo dice el gran Vicente Aleixandre en un casi desapercibido libro cuando se publicó, Mundo a solas, en el lejano y gris año de 1950, uno de cuyos fulgurantes poemas, No existe el hombre, dice en sus primeros versos: Solo la luna sospecha la verdad. Y es que el hombre no existe. Totalmente de acuerdo maestro, y la mejor y primera prueba de ello es tu presente inexistencia. La anunciabas en el poema, pero hoy, lunes 23 de mayo del año 2016, es un hecho inobjetable, apabullante y real: Vicente Aleixandre, que fuera un hombre, y por tanto representante de la especie a titulo particular, es un nombre sin sustancia,pero no un hombre real. El origen de esta disquisición viene en respuesta al comentario de un amigo sobre la sorpresa que le produjo saber, por un pasado articulo mio, de la muerte de Lisardo Diaz Alvarez. Muerte que, a su vez, corrobora la teoría principal: la inexistencia del hombre. En cuanto a que  lo sospecha la Luna (ahora es necesario la mayúscula), es otra deducción genial del maestro, sin previo dictamen de antropólogos, biólogos, físicos y demás especialistas. Porque el hombre y la vida, aunque se vean como entidades convergentes y afines, representan cosas distintas. Todo esto que digo podría parecer fruto de un pesimismo exacerbado producto de fiebres tercianas. No niego la influencia barroca de ese otro fantasma al que llamamos don Francisco de Quevedo, pero el ejemplo lo tengo en mi evanescente persona, que hasta ayer representaba las formas de un hermoso efebo, hoy luce cabellera plateada y cuando me miro al espejo no logro saber si la imagen reflejada es la mía o la de ese otro fantasma que tuve por abuelo materno. Con estos ingredientes, por mucha moralina y profusiones de fe con que lo adobe y se cuenten por millones las luces en el cielo, es obligado decirlo, esto del hombre me parece que además de no existir, es un pasajero invento. Eso si, con obligación de cotizar a Hacienda, que estamos en tiempo de descuento.

 

El Erizo

Fiel al consejo de los griegos sigo el principio del erizo y no del zorro. El zorro presume y actúa como quién sabe muchas cosas, casi de todo, cual tertuliano político y no digamos los fragorosos curritos de Sálvame.  Por el contrario el erizo solo sabe una cosa y eso, siendo tan poco, le permite sobrevivir. Con este ínfimo bagaje me enfrento al dilema de las próximas elecciones, y más que volver a escuchar interminables discursos de promesas que no se cumplen, o descalificaciones de todos hacia todos, hago la pregunta reflexión del humilde erizo :¿ y esto cuanto vale?. Porque detrás de cada promesa se supone que hay una acción con unos objetivos, sean estos parchear las carreteras comarcales, que falta va haciendo, o bajar al subsuelo los impuestos, como tan gratuitamente ofertan algunos y sugieren otros. Hecha la primera pregunta inevitablemente me lleva a la segunda: ¿y esto quién lo paga?. Presuponiendo que todos los candidatos son presuntos portavoces del estado, y uno de ellos portavoz oficial en situación de interinidad, pero portavoz y ejecutor, presuponiendo tal cosa deben saber y saben que los jefes del cotarro económico europeo ya han advertido, lo cual es una orden, que estamos haciendo mal los deberes y se necesita un nuevo ajuste, poda o recorte, de 8.000 mil nuevos milloncejos de euros a los futuros presupuestos. Mal empezamos. Respecto al fondillo de pensiones, pues eso, que de tanto meter esa mano gubernamental e  inocente que nunca se iba a meter, apenas queda para llegar a fin de mes. O sea, y volviendo a la tozudez intelectual del erizo, por poco que valgan las promesas no hay dinero para pagarlas. Por descontado que otra es la filosofa del zorro. En su imaginación la vida es maravillosa y hay miles de aventuras por hacer. El problema es que de tanto divagar el zorro olvida que la veda está abierta y a menos que se descuide, cosa natural con tantos sueños que abordar, se lleva un perdigonazo y muerto el zorro, se cerró el teatro. Venezuela lo dejamos para otra ocasión, que el tema, aunque hablemos el mismo idioma, queda algo lejos. Y ahora un buen paseo campestre para despejar el espíritu.

Más de lo mismo

Opio del pueblo era el estribillo con el que los descreídos de antes y después del fiasco del 68, Sartre incluido, pretendían definir a las diferentes doctrinas religiosas. Todavía, cuando entonces me llegaron, amortiguados de humo y marihuana, los ecos desteñidos de tan soporífera cantinela. Pero por transmutación y cercanía, el opio que cabalgaba por los barrios periféricos de las diversas  Españas en fase de transición , no tenía nada que ver con fumaderos chinos idealizados por los poetas franceses e ingleses. Llevaba por nombre el confuso y equívoco calificativo de heroína, y los únicos héroes que dejó fueron unos frágiles fantasmas atrapados entre la nada y la nada hasta encontrar la nada en el frágil hueco de una vena. El azar del batido genético o la hiperactividad de mi estructura neurológica, me mantuvieron inauditamente alejado del fatal influjo del desbocado caballo, mientras mi mas cercano entorno caía fulminado a lomos de los negros alazanes. Según un reciente estudio sociológico, parece que la muerte por consumo y adicción al polvo, marrón o blanco, ha vuelto a resurgir con virulencia entre los jóvenes caucásicos en determinados barrios norteamericanos. Y los últimos fallecimientos de señeras estrellas de la música y el cine estadounidense también apuntan en la dirección del sello indeleble de la albina dama. Puede que Marx utilizará la cita, opio del pueblo, en un sentido teórico y amplio que tras infinitas e interesadas simplificaciones su verdadero y filosófico significado se ha desvirtuado. Otra cosa es el hecho social de por qué vuelve una droga tan adictiva y letal como producto de consumo, concretamente la heroína, sabiendo por dramática experiencia, cuáles son sus efectos en el ser humano. Directamente le anula la voluntad y literalmente hace de él, un colgado. Al final resulta que Nietzsche va a tener razón y todo es un eterno volver a lo mismo.

Agapito Martín Galán – Otra jornada más sin novedad

Tal vez exista pero yo no lo conozco. Me refiero a un análisis, somero, superficial, de andar por casa, que explique las circunstancias político/sociales que propiciaron la puesta en practica de un servicio municipal de seguridad como el que en su día representó la Patrulla Especial de Seguridad Nocturna del Ayuntamiento de Madrid. Hecho mas significativo si partimos de la premisa de que las funciones de las policías municipales de entonces se limitaban a controlar el cumplimento de las ordenanzas, funciones administrativas, regulación del trafico y a ejercer de colaboradores con las policías del estado (aunque no era esa su precisa denominación) en asuntos de seguridad publica. Y mas notoria es la carencia de ese estudio o reflexión histórica de la evolución en las funciones de las policías locales, sabiendo que la iniciativa del Ayuntamiento de Madrid en este campo no fué la única. El Ayuntamiento de Valencia, por las mismas fechas, es decir en los años de la transición, también contó con su policía municipal volcada específicamente a la seguridad. Hubo más consistorios que tomaron medidas similares, lo cual no clarifica, sino que realza la magnitud del enigma. Agapito Martín Galán perteneció a esa rara especie de pioneros en la seguridad municipal, hoy silenciados y olvidados, anteriormente referida. Seguramente su vocación natural le llevara por otros derroteros, tal como gerente de unos grandes almacenes o prior de una orden monacal. Quiere decirse que sus modales eran respetuosos, nunca excesivos, si bien totalmente pragmáticos. Lo que nos da un profesional sin altibajos y un compañero de absoluta fiabilidad. Pero que nadie se equivoque, ningún contratiempo lo encontraba desprevenido y lo que para otros era una situación extraordinaria, para él no pasaba de normal eventualidad. Hoy Agapito pertenece, como supongo que yo para él, al inmenso catálogo de apreciados y entrañables compañeros a los que perdí la pista y que, al evocarle, me recuerda la importancia de ese hecho tan rutinario que consiste alcanzar el final de otra jornada mas, sin novedad.

Despejando algunas dudas razonables

No han sido muchas, pero si significativas. Me refiero a las dudas que he recibido sobre la procedencia y antigüedad de los originales en los que se basan las caricaturas de esos apuntes pseudobiográficos que en pasados días he dedicado a componentes de la legendaria Patrulla Especial de Protección Nocturna, la del murciélago, para entendernos. Nada mejor para despejar dudas comprensibles que reproducir la copia original de un compañero, Chema, sin otro aditivo y retoque que la eliminación de algunos rayajos que podrían dificultar el reconocimiento del modelo. Chema viene de Jose Marìa, sigue en activo, aunque  puede que haga una década el tiempo que llevamos sin vernos, lo cual que desconozco su actual aspecto y su paradero. Cuando entonces era obligado recalar en las caballerizas conocidas y que hoy son recuerdo. Y salvando las deformaciones aportadas por mi estigmática mirada, esa apostura de galán tenia su aspecto. Por si te llegan los ecos, un fuerte abrazo Chema y como te dijera entonces y te digo ahora, te sigo queriendo.

Jose María García Gómez

Es difícil saber como surgieron y la forma en que se organizaron, pero basto que el gobierno de UCD anunciara elecciones sindicales y ya estaban ahí: los independientes de CI del Ayuntamiento de Madrid. No faltaba un gremio, desde los guardias de la porra (así eran cariñosa y popularmente conocidos), pasando por los hombres del servicio de limpieza, bomberos, técnicos de distinta laya, ordenanzas, personal sanitario, hasta llegar al último de los diferentes cuerpos administrativos. Todo un enjambre de profesionales dispersos en un revoltijo de siglas. José María García Gómez, técnico superior por oposición, era una mezcla de gentelman conservador ingles y refinado señorito de cortijo andaluz, tierra de la que procedía. Si bien no era líder oficial de tan variopinta y caótica coalición, en puridad no lo había, puede decirse que nadie le cuestionaba su autoridad como portavoz. De verbo fácil y fluido, sus intervenciones asamblearias, o entre los representantes electos del comité de trabajadores, eran aplaudidas y respetadas hasta por sus oponentes. No digamos ya el impacto y prevención que causaban entre los diferentes grupos políticos de la Corporación. Viendo la actual pobreza discursiva general, tanto en el ramo político, como en el sindical, era tal, en comparación, la superioridad y destreza de aquel castelariano municipal, que sigue siendo para mí un enigma el hecho de que no optara por dar el salto a la política nacional. Porque con publico, como los grandes maestros, se crecía. Y aunque en la media distancia pudiera intimidar su espigada y atildada figura, doy fe personal de su innata predisposición para ayudar, a la cual unía un irónico toque de sutil amabilidad. En Coalición Independiente había una excepcional cantera de mujeres y hombres brillantes, algunos, casi todos, irrepetibles. Pero con la facundia y gracilidad de José María García Gómez, un demóstenes andaluz, ninguno.

 

El sindicalismo Independiente – La zona gris de la Transición

Detrás del primer plantel de protagonistas, hasta la mas humilde obra de teatro necesita secundarios para dar sentido y consistencia a la representación. Sin duda que el paso de la dictadura a la democracia tuvo sus grandes estrellas encabezadas por el Rey, mas un notorio plantel de ayudas de cámara de quita y pon. Menos conocidos son esos otros tramoyistas que desde bambalinas coadyuvaron en facilitar la andadura del invento. Y entre este batallón de gregarios es necesario destacar al embrionario movimiento del sindicalismo independiente. Como en botica, aquí floreció de todo, desde nostálgicos del yugo y las flechas, hasta utópicos deslumbrados por un futuro en technicolor. De entre esa zona gris, fundamentalmente surgida a las diferentes sombras de las Administraciones, destacó un movimiento que, con las ambiguas e imprecisas siglas de C.I (Coalición Independiente), realizó su puesta de largo en las elecciones sindicales del Ayuntamiento de Madrid el año 1979 y que, para sorpresa de todos, empezando por sus elementos constituyentes, obtuvo la mayoría absoluta en el comité de empresa. De algunos de aquellos hombres, hoy jubilados o fenecidos, quisiera hacer una semblanza a modo de homenaje. Homenaje a su pundonor, honestidad y transparencia en la gestión. Sin otro soporte que el esfuerzo personal y la convicción de que era preciso contribuir al cambio. Si el proyecto se truncó, embarrancó, o cambio de rumbo, esa es otra historia y otros los protagonistas. En próximos escritos, ya está dicho, hablaré de los incontaminados, los pioneros de aquella chalupa que llevaba por bandera C.I.

Feliz Sant Jordi

Lamentablemente carezco del dominio de una segunda lengua y me temo que ya es tarde para llenar decentemente ese vacío. Acepto el reproche de que nunca es tarde para intentarlo si hay voluntad, ya que ofertas y métodos de bilinguismo enlatado existen a granel, pero con mantenerme a flote en los plurales y complejos españoles circulantes por el mundo me considero afortunado. Para casos como el mio, y el de tantos, fue inventada la traducción simultanea, o confusión babeliana en diferentes lenguas. El otro día, sin ir mas lejos, el señor Puigdemont, en una toma de contacto en la tercera fase con el Presi en funciones, para contarnos esas cosillas sobre independencias y referéndums, que tanto le preocupan en los últimos tiempos a los representantes de Junts pel Sí, sin olvido de la financiación,¡eso nunca!, decidió prescindir de traductor, y no obstante avisar al personal que aquello, o sea su parlamento, era obligatoriamente breve, por horarios de trenes y otros problemas menores, pues soltó sus parrafadas a dos voces, cual ventrílocuo monocanal, primero una y luego otra, en catalán y español. Lo cual que ni fue breve y creo, ademas, que aburrido. Y digo creo porque justamente en el momento que iniciaba la repetición de su parla, cuita, o lo que fuere al castellano manchego, en honor a don Miguel de Cervantes, justamente entonces, tuve una urgencia prostática, achaques de la edad, y me perdì el meollo del cogollo de su argumento. Pero como desde hace unos años, desde los lejanos tiempos del honorable Jordi Pujol, vienen repitiendo lo de siempre, con las mismas siglas, o con otras, pues bucearé en las hemerotecas y procuraré que el pasado alumbre mi presente, porque como ya dije, y me disculpo por ello, con mas razón hoy, 23 de abril, festividad de Sant Jordi y día universal del libro, soy torpe hasta en la intimidad en la hermosa lengua en que escribiera don Jacinto Verdaguer, el catalán. Lo dicho, ¡Feliz Sant Jordi!. Como consuelo y añoranza de las ramblas, siempre me queda la lectura de El Cuaderno Gris de Josep Pla, en magnifica traducción de Dionisio Ridruejo y, entre página y página, riego con amor las rosas de mi maceta.